La ciudad es muy antigua, de la época del Cataclismo. En ella vivían los zhemri, antepasados de los zamorios. Se dice que la ciudad recibió la maldición de un dios airado por sus crímenes.
Los rumores en Shadizar hablan de un gran tesoro pero también de un gran peligro desconocido que lo guarda pues ninguno de los que han ido a por él ha vuelto para contar qué encierra la ciudad.
Diez años antes de los sucesos de "El aposento de los muertos" el rey Tiridates de Zamora organizó una expedición a la diudad dirigida por él. Se quedó fuera de las puertas de la ciudad a la espera pero sólo salieron los gritos de horror y muerte de sus hombres.
Larsha está protegida por una alta muralla con una puerta tan alta como dos hombres, de madera con herrajes de bronce. Está pavimentada con losas de piedra invadidas por la vegetación y se distinguen los barrios pobres por los escombros de barro y adobe, en contraste con los templos, palacios y mansiones hechos de piedra y mármol de los barrios ricos.
El misterioso peligro que protege el tesoro de Larsha es una babosa gigante .
En su centro está el palacio real, tallado sobre la roca basáltica de la montaña que sobresale de la meseta de Larsha.
Tras la arcada de acceso, una nave central flanqueada alternativamente de nichos con estatuas aterradoras y pasadizos conduce a la sala del trono, tallado en la misma piedra negra. Tras los aposentos del rey se llega a la sala del tesoro, cerrada por una puerta maciza encajada en un arco de piedra.
En la sala siete sillones de piedra donde descansan siete gigantescos guerreros rodean un altar de basalto, alto hasta la cintura con incrustaciones de marfil formando una estrella de siete puntas, con una gema verde en cada punta. En el centro una serpiente de jade vigila las joyas.
La ciudad se derrumba sepultando todo el tesoro tras los sucesos de "El aposento de los muertos".
Los rumores en Shadizar hablan de un gran tesoro pero también de un gran peligro desconocido que lo guarda pues ninguno de los que han ido a por él ha vuelto para contar qué encierra la ciudad.
Diez años antes de los sucesos de "El aposento de los muertos" el rey Tiridates de Zamora organizó una expedición a la diudad dirigida por él. Se quedó fuera de las puertas de la ciudad a la espera pero sólo salieron los gritos de horror y muerte de sus hombres.
Larsha está protegida por una alta muralla con una puerta tan alta como dos hombres, de madera con herrajes de bronce. Está pavimentada con losas de piedra invadidas por la vegetación y se distinguen los barrios pobres por los escombros de barro y adobe, en contraste con los templos, palacios y mansiones hechos de piedra y mármol de los barrios ricos.
El misterioso peligro que protege el tesoro de Larsha es una babosa gigante .
En su centro está el palacio real, tallado sobre la roca basáltica de la montaña que sobresale de la meseta de Larsha.
Tras la arcada de acceso, una nave central flanqueada alternativamente de nichos con estatuas aterradoras y pasadizos conduce a la sala del trono, tallado en la misma piedra negra. Tras los aposentos del rey se llega a la sala del tesoro, cerrada por una puerta maciza encajada en un arco de piedra.
En la sala siete sillones de piedra donde descansan siete gigantescos guerreros rodean un altar de basalto, alto hasta la cintura con incrustaciones de marfil formando una estrella de siete puntas, con una gema verde en cada punta. En el centro una serpiente de jade vigila las joyas.
La ciudad se derrumba sepultando todo el tesoro tras los sucesos de "El aposento de los muertos".
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